Las Mouzay, aquellas damas que la quisieron bien.




Montaje de un retrato de Fanny de Mouzay sobre el cuadro Fiesta nocturna en las Tullerías (1867), de Pierre Tetar van Elven, museo Carnavalet, París.

    «Su carta, querida señora, me ha contrariado vivamente. Por suerte para mí sólo me asustan las enfermedades que desfiguran, de otra manera las espantosas cosas que usted me escribe me enfermarían de miedo. Pero pasemos. Lo que quiero decirle es que con las mejores intenciones del mundo usted actúa como mi enemiga y me provoca el más grande perjuicio. Propaga sobre mi persona leyendas que se convierten en comadreos. Estoy resfriada y toso, eso le pasa a un montón de gente. Pero soy atendida por un muy importante doctor y muy bien, se lo aseguro. Por lo demás, nadie toma a pecho mis intereses tanto como yo misma. Pero si todo esto no la tranquiliza ni la ablanda, piense en mi pobre coquetería de chica que sufre cruelmente, viéndose tratada de enferma, de impedida, de incapacitada, de tísica y en consecuencia de podrida, permítame la expresión. Sobre esto la beso, así como a su querida hija a quien yo creía más razonable. 
Su pobre moribunda, Marie.» (Lunes 8 de noviembre de 1880)

    Así principiaba el final de la amistad entre Marie Bashkirtseff y Fanny de Mouzay. La condesa, consciente de la dolencia que ya hacía estragos sobre Marie Bashkirtseff, la instaba a abandonar el gélido y húmedo invierno parisino y viajar al sur, a territorios más cálidos. Marie, que piensa que reconocerse tuberculosa es cosa por demás humillante, se bloquea para la enfermedad y se obstina en su pintura.


    Durante la elaboración del índice de personajes citados para esta versión en español del Diario de Marie Bashkirtseff, nos cupo en suerte la identificación de esta mujer tan importante en la vida de la autora, personaje al que sólo menciona por su apellido, madame de Mouzay o condesa de Mouzay, seguramente porque se trataba de una figura reconocida en su época, atributo que tiempo ha esta dama ha perdido.

    Las Mouzay, tal como Marie Bashkirtseff solía nombrarlas, aparecen ya en los primeros cuadernos de su Diario, cuando ésta tenía apenas catorce años y no hacía mucho que, junto a su familia, se había radicado en Niza, ciudad balnearia de la Costa Azul francesa que era, por aquel entonces, el refugio invernal para las clases acomodadas europeas.

Marie Bashkirtseff adolescente, en las primeras épocas de su Diario.

    Los Bashkirtseff, acaudalados parias entre la colonia rusa de tierras nizardas debido a un juicio por estafa —que pesó sobre sus cabezas diez de los doce años en los que Marie escribió su Diario— acerca de la fortuna que les permitió abandonar el imperio de los zares, y rehuidos por la sociedad de Niza a causa de los violentos escándalos de un inseparable tío alcohólico, escasos amigos habían podido recolectar allí. Las Mouzay se contaban entre los pocos que no les habían dado la espalda. 

«Cuando iba a acostarme escuché llegar a madame de Mouzay y a madame de Daillens. Llevé a esta última al saloncito amarillo e hice que me cuente el baile de madame Prodgers.» (Domingo 16 de febrero de 1873)

    Marie de Daillens, probablemente viuda o divorciada y sin hijos, de la que sólo sabemos que había nacido en 1846 y que escribía y actuaba piezas de teatro, era la hija de Adelle Fannie (o Adèle Fanny) Drocourt, condesa de Leroux de Mouzay, más conocida en aquellos tiempos como Fanny de Mouzay. Ambas son las Mouzay.
     De Fanny Drocourt se registra un matrimonio de 1857 con Fréderic Emmanuel Leroux y otro en 1867 con Louis Jacques Monseur de Glattigny, aunque su hija, Marie de Daillens había nacido en 1846. De Daillens podría ser el apellido de un primer esposo de Fanny o del propio esposo de Marie. En un recorte del diario Comédie del 17 de enero de 1864 se cita a una mademoiselle Marie de Mouzay que, seguramente, luego habrá de ser de Daillens. En 1863 la revista Le papillon menciona una velada teatral en casa de la señora condesa Leroux de Mouzay actuada "por su hija, mademoiselle Jenny de Sabatier", pieza suelta para este rompecabezas, aunque tal vez se trate de un error de imprenta. Inferimos entonces que el apellido de Fréderic Emmanuel, el primer esposo que tenemos registrado de Fanny, era Leroux de Mouzay, probablemente también conde, de lo que se desprendería su apelativo, condesa de Mouzay.
    En la revista La vie parisienne del 7 de enero de 1865 se menciona la representación de una obra de teatro y entre el reparto aparece mademoiselle Marie de Mouzay. En ese entonces tenía diecinueve años quien luego habría de ser Marie de Daillens.
    Mucho después de la muerte de Marie Bashkirtseff, de Daillens continuará relacionada con las tablas: 
    «Tuvimos a continuación una representación de una encantadora ópera cómica en un acto, Les exploits de Dragonette (Las hazañas de Dragonette), libreto de madame de Daillens, hija de la condesa de Mouzay y música de [Emilio] Pieraccini, un compositor de talento...» (de L'europe artiste, 7 de enero de 1893) 

«Esta noche, último miércoles de Mouzay. Pieza compuesta por de Daillens.» (Miércoles 15 de mayo de 1878)

    Acerca de Fanny de Mouzay, algunas fuentes indican que habría llegado al mundo el 27 de mayo de 1817 mientras que otras sitúan esa fecha en 1827. El día de nacimiento también podría haber sido un 28 de mayo. Habrá de morir en Niza el 26 de junio de 1903.

Retrato de Fanny de Mouzay (1869) por Victor de Born-Schlegel,
óleo sobre tela 91 x 67 cm., museo Sainte-Croix, Poitiers, Francia.


«Madame de Mouzay nos ha invitado hoy a cenar. Es su cumpleaños.» (Miércoles 28 de mayo de 1873)

    Las Mouzay vivían en París y pasaban algunas temporadas en Niza. Allí, la condesa experimentaba una especial predilección por Marie.

«Madame de Mouzay me cantó alabanzas, que soy firme, que soy extra lógica, que razono como un sabio, que tengo un carácter hecho, que digo que mi marido me amará siempre, que sabré hacerme amar y una cantidad de otras cosas.» (Sábado 7 de junio de 1873)
«En el momento en que escribo Dina me trae un juego de pedrería rosa de parte de madame de Mouzay, que acaba de llegar de París. ¡Qué gentil es!, es la clase de recuerdos y las atenciones que yo aprecio.» (Martes 16 de diciembre de 1873)


    Dos años más tarde, cuando Marie Bashkirtseff decide viajar a Roma para estudiar pintura y labrarse un porvenir artístico será la condesa de Mouzay quien esté a su disposición para intentar que las puertas de la capital italiana se franqueen para nuestra heroína.

«Estuvimos otra vez de visita en casa de madame de Mouzay que nos entregó siete cartas de recomendación para Roma (...) Acabo de leer las cartas de madame de Mouzay. No puede ser mejor, no puede ser más encantadora. ¡Ah, si hubiese muchos como ella! (...) Una para miss Sophie Haigh, la tía de sir Haigh que está siempre con el duque de Edimburgo. Una para monseñor de Falloux, en el palacio Raspoli. Una para el abate Litsz. Una para la condesa Antonelli, nacida García, palacio Antonelli. Una por su eminencia el cardenal Antonelli, palacio del Vaticano. Una para el barón Visconti, antiguo director del Empirismo. Y una por el marqués d’Epinay, escultor. ¿Qué resultará de esto? Dio lo sa (Miércoles 29 de diciembre de 1875)
«Cuando regresamos, el portero nos entregó las tarjetas del barón y la baronesa de Ixhul y también la de monseñor de Failloux quien nos dejó una carta de audiencia para el Vaticano.  Mañana, a las doce menos cuarto. Estoy tan contenta que no puedo comer nada. ¡Dios, cuánto te lo agradezco! Voy a escribirle a de Mouzay. Es a de Falloux que le debo todo y a ella le debo que me lo haya presentado.» (Viernes 21 de enero de 1876)



   
    Marie no estudió pintura en Roma pero conoció al ya decrépito Pío IX y se zambulló en un fogoso romance con Pietro Antonelli, sobrino del Cardenal Antonelli (foto), papa en las sombras, a quien ya se daba como número puesto para la sucesión del trono de San Pedro. Ya tendremos oportunidad de hablar de Pietro Antonelli, aventurero y explorador en tierras inhóspitas.

Pietro Antonelli, (1853-1901) dibujo de época. Sus viajes de exploración, plenos de aventuras y de peligros —producto, según algunas fuentes, de su desencanto amoroso con Marie Bashkirtseff—, abrirán las puertas de África al colonialismo italiano. Luego será ministro plenipotenciario en Buenos Aires y más tarde en Río de Janeiro. Allí contraerá la fiebre amarilla que lo llevará a morir en alta mar, de regreso a su patria.

   
    Marie Bashkirtseff también aspiró a hacer carrera en la ópera, atesoraba una portentosa voz de mezzo-soprano, tres octavas menos dos notas, talento en bruto que fue confirmado por uno de los más importantes profesores de canto de París, a quien Marie visitó de incógnito ataviada en humilde italiana... de la mano de Fanny de Mouzay.

«Al fin salimos, pasamos a buscar a madame de Mouzay y llegamos a la puerta del N° 37 de la calle de la Chaussé-d’Antin para ver a monsieur Wartel, el primer profesor de París.» (Viernes 14 de julio de 1876) 

    Entre paréntesis digamos que el profesor de canto Pierre François Wartel (1806-1882) (foto) era tío de Magdeleine Delsarte, de quien ya hablamos en un post anterior.



    También, cómo pasarlo por alto, será la condesa quien le presente al diputado y periodista Paul de Cassagnac, duelista famoso, el más prominente de los políticos bonapartistas y tal vez el único hombre —entre las decenas de sus pretendientes, enamorados, flirts y romances— de quien verdaderamente se enamoró, con quien soñó un matrimonio y cuyo inesperado casamiento resultó una herida abierta que le llevó muchos, de los pocos años de su vida, poder cauterizar.

Paul Granier de Cassagnac (1842-1904)
director de Le Pays, diputado bonapartista y eximio duelista.

«La condesa, que tiene un poco de roce con todos los mundos y que gozó de cierto éxito como escritora de folletines, conoce a monsieur Blanc, el íntimo amigo de Cassagnac y su padrino en los duelos.» (Sábado 22 de julio de 1876)
«Subí y encontré esta carta de Mouzay, no sabía desde cuándo estaba allí pero, por si acaso, me precipité a casa de la condesa y, en el momento en que pisaba el último escalón, dos señores salían del salón. —¡Ah!, es Mousse—, dijo madame de Mouzay. —Sí, soy yo. —Pase, entonces; por favor, señores, vuelvan a entrar—. Me senté en el sofá toda jadeante, después que me hubiesen presentado a los señores Paul de Cassagnac y Blanc. » (Lunes 24 de julio de 1876)
«Mamá me despertó entregándome una invitación para almorzar en casa de Mouzay, la cual traía adjunta una esquela de Cassagnac. ¡Esta querida y excelente mujer! Mi señor padre, que pensaba irse ayer a la noche, cambió rápidamente de parecer. Hoy se puso una levita con sus condecoraciones y acudió con una docilidad admirable al cuarto piso de la calle Saint Honoré, 420.» (viernes 24 de noviembre de 1876)

    Marie de Daillens, la otra Mouzay, mujer culta a quien Marie también citará sólo por su apellido, tenía doce años más que Marie pero también congeniará inmediatamente con ella.

«...de Daillens me ofreció pintarme sobre una gran pantalla. Ella hace muy lindamente esas pequeñas pinturas de abanicos. Y esa gran pantalla quedará muy bien en el frente de mi chimenea. Me costó una caja de guantes de veinte francos, le entregué la caja y me extasié ante su pantalla, que acababa de terminar.» (Martes 24 de diciembre de 1878) 

Pintura sobre abanicos, artículo muy difundidos hacia el final del siglo XIX

«De Daillens y yo hacemos proyectos para nuestro viaje alrededor del mundo.» (Domingo 1° de junio de 1879)
«Y para la cena, las Mouzay, que se van. Nunca me aburro con madame de Daillens. Nos ha pasado de estar cinco o seis horas seguidas juntas sin que la charla se enfriase un solo instante o se volviese pesada.» (Sábado 19 de julio de 1879)

    Y será su cómplice de muchas de las tantas aventuras y escapadas de Marie. Una noche se citan de incógnito con Cassagnac, en casa de éste, enmascaradas.

«¡Y lo de ayer a la noche!... Éramos cinco. Dina de terciopelo negro, mangas de encaje negro, cabellos negros, mantilla y máscara. Berthe, Yorke y madame de Daillens de negro, sedas, encajes, azabaches, máscaras.» (Lunes 28 de enero de 1878)

    La revista Comédie del 17 de enero de 1864 habla de una representación teatral en casa de madame de Mouzay actuada por su hija, Marie de Daillens. (Agradecemos esta información al Sr. Jean-Paul Mesnage)
    Esas aptitudes histriónicas harán de de Daillens la compinche ideal de estas incursiones de Marie. 

«A la noche, a la Ópera, con Dina, Marie y de Daillens. Había encontrado una manera maravillosa de falsear mi voz y me preparaba para intrigar a Cassagnac pero hoy a las tres éste se batió con monsieur Thompson.» (Sábado 2 de marzo de 1878)

«Fui al baile de la Ópera con de Daillens. Me había arreglado de tal manera que la gente me tomaba por mademoiselle Reszké.» (viernes 29 de marzo de 1878)


Josefine Reszké (1855-1891), célebre soprano polaca de la época.


   
    De Daillens será también partenaire de Marie cuando ésta, también de incógnito, decide visitar la sede de la asociación feminista (sufragista) Les droits des femmes (Los derechos de la mujer). Marie propugnará —y financiará— allí la creación de un órgano de prensa, La citoyenne (La ciudadana), desde el cual batallará en favor de la inclusión de alumnas mujeres en la escuela oficial de Bellas Artes. Su condición de aristócrata no le permitía participar abiertamente de este movimiento republicano con tintes socialistas. En la foto, Hubertine Auclert, fundadora.


La Ciudadana, órgano de prensa de Los derechos de la mujer, que Marie financió y para el cual escribió.


«A la salida del atelier pasé a buscar a de Daillens y nos fuimos al N° 12 de la calle Cail, para conocer a mademoiselle Hubertine Auclert... mademoiselle Auclert nos invitó a subir. "Derecho de las Mujeres, sede social"... De Daillens es francesa, viuda de un inglés, monsieur Norscott. Yo, de origen extranjero aunque educada en Francia, me llamo Pauline Daria Orell. Para mí, mi objetivo secreto es hacer el retrato de Hubertine para el Salón.» (Miércoles 1° de diciembre de 1880)
«Los hombres graznaron sobre el socialismo, el colectivismo y las traiciones de los diputados más progresistas. La pelirroja del rincón le declaró la guerra a la religión, después de lo cual de Daillens-Norscott pronunció varios fragmentos de discursos que desentonaron muy bien.» (Miércoles 8 de diciembre de 1880 )

Feministas en acción.


    Entre los Bashkirtseff y las Mouzay había una estrecha intimidad que le permitía a la condesa estar al tanto de las situaciones más delicadas de la casa de Marie, incluyendo los escándalos del tío borracho.

«Entonces de Mouzay se ofendió: —¿Cómo? Yo les cuento todos mis asuntos y ustedes se callan? » (Viernes 12 de marzo de 1875)
«Mi tía apenas se sostiene. Se tuvo que hacer cargo de contener los furores de ese monstruo y ha recibido a cambio los puntapiés de sus botas en el costado y en el estómago… Para que tengan una idea, escuchen: Mouzay fue a buscar al portero y le hizo una escena, entonces éste le respondió que no podía hacer nada y que el comisario de policía se contentó con decirle: «Cuando una de ellas termine asesinada, nosotros nos ocuparemos».» (Sábado 31 de agosto de 1878)



    Fanny de Mouzay era una mujer extremadamente bien relacionada y Marie aprovechará cuanto pueda su amistad.

«Tenía que ir a visitar al padre Didon con la Mouzay pero la cita fue pospuesta para mañana. Ya ven como todo se encadena.» (...) «Naturalmente, la madre Mouzay lo ha prevenido por carta de la maravilla que iría a verlo y le hablamos de hacer su retrato.» (Martes 9, miércoles 10 de diciembre de 1879)
Henri Didon (1840-1900), sacerdote dominicano, doctor en teología, muy renombrado en aquella época. Había participado como capellán militar en la guerra Franco-Prusiana. Más adelante trabajará junto al barón Pierre de Coubertin para poner en marcha los juegos olímpicos modernos


«He aquí una carta de Louis Enault del «Moniteur des Arts». Sin dudas la Mouzay le habló de mí… » (Miércoles 17, jueves 18 de marzo de 1880)

Louis Enault (1824-1900). Novelista, periodista y traductor francés. Muy conocido en aquella época porque en 1876 había publicado en colaboración con Gustave Doré un libro ilustrado sobre el Londres de la revolución industrial con más de ciento setenta xilografías de sorprendente realismo.


    Hasta se alegrará de que Marie y su familia puedan entablar amistad con otras gentes de la sociedad, los Gavini, por ejemplo, antiguos prefectos de Niza durante el disuelto Segundo Imperio, que barajaban un abanico de relaciones tan amplio como el que podía ostentar ella misma. Las Mouzay irán resignando paulatinamente un espacio en el tiempo de Marie en favor de madame Gavini.

«Madame de Mouzay cenó con nosotros, está engreída por esas recepciones de quinta con un montón de esa gente… de salones de ese género… y la pobre mujer quiere mostrarse majestuosa, lo que la vuelve desagradable.» (Domingo 24 de junio de 1877 )
«Mouzay dice que está muy contenta de que haya conquistado a madame Gavini, que es la mujer imprescindible para mi lanzamiento. De Daillens me preguntó cuál es mi objetivo con los bonapartistas, visto que soy una mujer que no pierde el tiempo. Fue entonces que Mouzay dijo que ella viene anunciado desde hace mucho tiempo que seré jefa del partido bonapartista. ¡Y lo cree, la desgraciada!» (Domingo 16 de junio de 1878)

Denis Gavini (1819-1916) durante el Segundo Imperio
había sido el último prefecto de Alpes Marítimos,
el departamento francés en el que se enclava Niza.


«...si alguna vez dije que esa mujer tenía espíritu o maneras o sentido común, ahora me desdigo y declaro que fue a continuación de alguna broma. Madame de Mouzay es una buena mujer y eso es todo.» (Jueves 23 de enero de 1879)

    El sueño de Marie de ingresar al gran mundo —léase a la alta sociedad de la época— se vio hecho realidad cuando su madre entabló relaciones con la vieja duquesa de Fitz-James. La obsesión por su carrera artística y las nuevas relaciones sociales afectarán seguramente el vínculo con las Mouzay.

«Vendemos ebanistería, un montón de pequeñas cosas, cigarros, cigarrillos, etc. Mi pintura encuadrada domina nuestra boutique. Sólo conocemos a la duquesa de Fitz-James y a la baronesa de Reille...» (Martes 6 de abril de 1880)
«La duquesa de Fitz-James vino ayer para decirnos que nos presentaría a la noche en casa de su nuera, la duquesa de Fitz-James, donde habría un baile. Mamá aseguró que esta vieja es de lo más amable que pueda existir y que no pide más que guiarnos.» (Domingo 28 de mayo de 1882)  

Augusta Marie Marguerite Löwenheilm,
duquesa de Fitz-James (1830-1915), la nuera de la vieja duquesa de Fitz-James,
 amiga de la madre de Marie. Oleo sobre tela de Henri de Fantin-Latour


    El carácter de Marie no le permitía hacerse un lugar para los sentimientos de amistad, ya lo había preanunciado unos años antes:
«El otro día me preguntaba para qué me serviría mi amistad con madame de Mouzay. ¿Es indignante? ¡Bah! Me sirve para tener la amistad de esta dama. Pero su amistad, ¿para qué me sirve? Me sirve porque madame de Mouzay dice las mejores cosas de mí, me juzga tal como yo soy, tal como me muestro. Y lo bueno que se dice de uno no es una mercadería para despreciar.» (Sábado 15 de julio de 1876)
    Una amistad leal era, sin embargo, aquello que experimentaba Fanny de Mouzay hacia Marie Bashkirtseff. Cuando la enfermedad se hacía evidente —la muerte por tuberculosis era en ese entonces una inevitabilidad de sólo cuestión de tiempo— comenzó su insistencia para que Marie se entregase a los —infructuosos— tratamientos de aquellos tiempos y que viajara hacia las tierras cálidas del Mediodía. Mouzay no comprendió que era otra la carrera que Marie corría contra la parca: quería sobrevivir pero a través de la gloria artística y en su altar sacrificaba la salud y la vida misma.

«La Mouzay me escribió una carta que sobrepasa a la primera en cuanto a amenazas de muerte: "pulmones enfermos", ¡énfasis ridículo! Le respondí: "Las amenazas de muerte con la que usted me persigue, señora, tendrán por resultado: 1° Que ya no la visitaré más. 2° Que no leeré más sus cartas". Pero esta vieja loca es incorregible ¡Y lo más odioso es que está convencida!» (...) «La Mouzay cenó aquí y hablamos de mi enfermedad (...) Es preciso que esta mujer me aprecie como para ser inoportuna y pesada hasta ese punto.» (Jueves 6, domingo 16 de enero de 1881)

    De esta manera, poco a poco se va diluyendo la relación entre las Mouzay y los Bashkirtseff.

«Ayer de Daillens cenó con nosotras. La Mouzay vino a buscarla a la una y nos hizo una escena porque dice que no le hacemos visitas regularmente. Vieja loca.» (Lunes 7 de febrero de 1881)
«Y hoy esta Daillens que experimentó la necesidad de decirme tres cosas desagradables con el pretexto de que voy a casa de la Miranda pero no la visito a ella.»  (...) «Con de Daillens estamos muy frías pero no peleadas.» (...) «En cuanto a de Daillens, no nos saludamos más. Es estúpido pero detesto las historias. Tal vez hice mal en no visitarlas pero de hecho estuve a punto de ir varias veces y no lo hice sólo porque ellas me hacían escenas para que vaya.» (Viernes 18, sábado 19, martes 22 de febrero de 1881)

    Aunque Marie dejará acuñado un último estertor de aquella amistad algunos meses más tarde:

«¡Ah!, cómo extraño a de Daillens, deberíamos haber venido juntas a España…» (martes 18 de octubre de 1881)

Marie Bashkirtseff, Granada (1881), óleo sobre madera, 32,5 x 41 cm.,
Museo de bellas artes de Sourikov, Krasnoïarsk, Rusia. 

    Remordimiento, tal vez, por haberles dado la espalda a quienes no lo merecían. ¿Algún otro episodio habrá ocurrido que Marie no mencione en su Diario? ¿O nuestra heroína habrá dejado, insensiblemente y, por qué no decirlo, con tal inexplicable ingratitud, derrumbarse esta relación de la que tantos frutos recogiera a lo largo de los años que perduró?



    Pero, por otra parte, ¿qué es lo que impulsaba a la condesa de Mouzay a apreciar tanto a Marie Bashkirtseff?

    Creemos estar en capacidad de deducirlo. 

    Muy poco es lo que hemos podido descubrir de la vida de Fanny. Como sea, los motores de búsqueda van indexando la información de manera vertiginosa y muy pronto conoceremos mucho más. Su padre, Charles Bernard Alexis Drocourt, sargento de fusileros de la Guardia imperial (de Napoleón) había sido condecorado con la Legión de Honor.

    Las épocas de gloria de la condesa de Mouzay habían transcurrido durante el Segundo Imperio (1852-1870). En ese período fue directora de Servicios en el palacio de las Tullerías, sede de gobierno. Dirigirá también el diario de la Corte: L'abeille impériale (La abeja imperial) y será corresponsal del diario L'international, que Napoleón III había fundado en defensa de los intereses franceses y católicos. También fue miembro de la Societé des Gens de Lettres (Sociedad de Gente de Letras) y cofundadora de la Societé historique d'Auteuil et de Passy. (Agradecemos esta información al señor Jean-Paul Mesnage)

    Sabemos que muchos de sus artículos los publicó bajo los pseudónimos de Frantz Durentzen y Condesa de Rouvières.

La abeja imperial, que dirigió Fanny de Mouzay en tiempos del Segundo Imperio.

    Ha dejado además varias obras escritas, novelas y piezas de teatro. Es posible encontrar varias de ellas en distintos portales de Internet: «La Leçon de charité», «La famille Bellefond», «Le braconnier de Couëbond», «Le portrait de la Jardinière», «Lectures pour l’enfance chretienne», «Monsieur mon secretaire».

Algunas obras de Fanny de Mouzay

    Pero, y he aquí lo sorprendente, Fanny de Mouzay ¡también había sido pintora!, aunque Marie Bashkirtseff jamás nos haya hablado al respecto. Por el momento, apenas es posible detectar uno de sus cuadros en Internet pero basta para trastocar la perspetiva desde la cual debemos observarla. La obra sólo se aprecia desde el ángulo oblicuo en el que se situó el fotógrafo y representa a su abuelo Jean-Baptiste Drocourt (1745-1809) o, más probablemente, a su tío Jean-Baptiste Robert Drocourt (1767-...)

 Fanny de Mouzay, retrato de Jean-Baptiste Drocourt (1839), óleo sobre tela, Museo de la prefectura de Poitiers, Francia.


    Fanny de Mouzay, escritora, artista y, sobre todo, mujer de espíritu, había penetrado en el alma de Marie y la había comprendido, ahora podemos deducirlo.
 
   Tal vez, en las ambiciones y las batallas de Marie Bashkirtseff, la condesa de Mouzay se haya estado viendo a sí misma. ⬜


© José H. Mito





Del Índice de personajes citados en el Diario de Marie Bashkirtseff.


La condesa Fanny de Mouzay (arriba) y Marie de Daillens en el Glosario de la versión en español del Diario de Marie Bashkirtseff, de próxima aparición, actualmente en etapa de revisión general. La edición constará de dos volúmenes con un total de poco más de mil seiscientas páginas, de las cuales alrededor de cien estarán ocupadas por este índice de los miles de personajes citados —la mayoría mencionados sólo por el apellido— a los cuales en gran medida hemos podido identificar para este trabajo de traducción. La edición integral en francés del Cercle des Amis de Marie Bashkirtseff publicada entre 1995 y 2005 abarca dieciséis tomos. Esta versión en español es una selección de textos escogidos que representan un cuarenta por ciento del total, con una rigurosa continuidad narrativa, en la que se pretende rescatar a la verdadera Marie Bashkirtseff para el público hispanoparlante. 



Si alguna de las imágenes aquí insertadas lesionan los derechos de sus eventuales propietarios, por favor háganoslo saber y procederemos a su retiro.

Te invito a visitar mi web site en homenaje a Marie Bashkirtseff, donde podrás encontrar una galería bastante completa de sus obras:

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